“Gracias, porque al borde del abismo
Cuando estaba ya perdido
Animaste mi esperanza.
Gracias, por el bien que a mi existencia
Sin fortuna, trajo
La ternura de tu voz.
Gracias, por la aurora que encendiste
Por la fe que me enseñaste
Por la vida que me diste…
Gracias, porque un día me salvaste
De vivir sin corazón
Con tu canción
…
Gracias, porque es fácil mi encuentro
Y es amable mi destino
Porque tengo una esperanza.
Gracias, por tus manos milagrosas
Que aplacaron en mi mente
Mi hondo desencanto de vivir.
Gracias, por la paz que me brindaste
Por las nieblas que borraste
Por el cielo que me diste…
Gracias, porque un día me salvaste
De la infamia y el rencor
Con tu canción.”