“Tú sabes que te quiero y te querré
y tuyo es el cariño que te di.
A nadie quise tanto como a ti
y amante te ofrecí mi corazón.
Yo sé que para siempre te ha perdido, mi alma,
ya que todo ha sido sólo una ilusión.
Así me reprochabas, sin saber,
que yo compadecía tu dolor,
que cuando me ofreciste tu querer
yo estaba enamorado de otro amor.
¿Comprendes el porqué de mi partir?
¿Comprendes mi amargura en el adiós?
Acaso con los años me hayas olvidado,
¡pero nunca yo!”